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Jaca (Huesca)

Altitud
818 m.
Población
13.437 habitantes.

Alojamiento

Información de la Residencia Universitaria de Jaca AQUÍ  

 

SOBRE LA CIUDAD
Jaca es una ciudad única que impresiona a cuantos se acercan a visitarla porque sus atractivos son muchos y muy variados. De hecho, ha sido objeto de atención de numerosos escritores, historiadores e intelectuales a lo largo de la historia.

Su situación estratégica al pie de los Pirineos, rodeada de altas y nevadas montañas, su atmósfera limpia y soleada y su importante legado cultural, consecuencia de sus más de dos mil años de historia han convertido a Jaca en una ciudad con vocación internacional y en un destino turístico de primer orden.

Fue capital del primitivo Reino de Aragón en el Siglo XI, a la que el rey Sancho Ramírez le concedió en 1077 un fuero, por el que la ciudad se pobló con mercaderes y artesanos del otro lado de los Pirineos, que ayudaron a que Jaca prosperase y llegara a acuñar su propia moneda, el sueldo jaqués. Se convirtió en primera ciudad del Camino de Santiago y sede de los obispos aragoneses.

Destaca su casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural, con su magnífica catedral, uno de los templos más importantes de todo el románico español, cuyo interior alberga el Museo Diocesano de arte románico, su Ayuntamiento, su torre del Reloj, su fortaleza del S.XVI, la Ciudadela,  que convirtió a Jaca en una importante plaza militar, y el resto de iglesias y monumentos, pero también sus recoletas plazas, el sabor auténtico de sus calles y la proliferación de sus bellos parques y zonas de esparcimiento enfatizan su carácter afable y acogedor.

A su gran riqueza patrimonial hay que sumar su impresionante entorno natural, al estar situada en uno de los rincones más bellos de todo el Pirineo Aragonés. Montañas, bosques, prados, ibones, ríos, torrentes, fauna, flora. Explosión de colores, naturaleza a raudales para el disfrute tanto de niños como adultos en cualquier época del año.

En sus alrededores, lugares como San Juan de la Peña, cuna del Reino de Aragón que se convirtió en el gran centro del poder político, cultural y religioso de la Edad Media, los valles de Hecho y Ansó, el Valle del Aragón con las estaciones de esquí de Candanchú y Astún, las Cuevas de Villanúa o edificios tan espectaculares como la Estación Internacional de Ferrocarril de Canfranc, el cercano Valle de Tena, el Parque Nacional de Ordesa, los Mallos de Riglos  son, además de sus indudables valores paisajísticos, escenario ideal para realizar todo tipo de actividades deportivas relacionadas con la montaña y los deportes de invierno.

Hoy día, Jaca es un espacio abierto que apostó por el desarrollo turístico a partir del derribo de su muralla y el consiguiente ensanche a principios del S.XX y que dio paso a una ciudad de servicios, activa, moderna pero que a la vez invita al relax con sus más de 40 hectáreas de zonas verdes y gran número de parques infantiles, con una variada e interesante oferta cultural y con una importante infraestructura hotelera, comercial y reconocida gastronomía que hace las delicias de todo el que se acerca a conocerla. Durante la época estival, se celebra una gran cantidad de eventos para todas las edades, tanto culturales como deportivos, que hacen de Jaca una ciudad especial y única. Desde los títeres y cuentos a la luz de la luna hasta los cursos de verano de la Universidad de Zaragoza, que se inauguraron en 1927 y todavía hoy se siguen celebrando, el Festival Folkórico de los Pirineos, que se celebra bianualmente los años impares y en el que participan grupos de los cinco continentes, el Festival de Música antigua en el Camino de Santiago cuyos conciertos tienen lugar en las distintas iglesias a lo largo del Camino Aragonés y especialmente en Jaca, el Mercado Medieval, Conciertos del ciclo Jaca Monumental a través de la música, la Feria de dibujo y pintura, la Feria del libro, el Festival Pirineos Mágicos, conciertos de Jazz, teatro, conferencias, exposiciones, congresos, jornadas gastronómicas, Día del Comercio en la calle, etc.

Respecto a lo deportivo, destacan las marchas senderistas por los pueblos del municipio, la carrera a la Peña Oroel, montaña mítica de Jaca, la Ruta Transpirenaica por etapas de BTT, el Encuentro de Arqueros en el Fuerte de Rapitán o el Festival Internacional de Trail, etc.

Al terminar la época estival, todo se torna en colores amarillentos, rojizos, ocres; las hojas caen pero los bosques se pueblan de otros elementos... Las setas, que hacen las delicias de todos los amantes de la micología pero también de los que disfrutan recorriendo las sendas de los montes pirenaicos.

Más tarde aparece la reina del invierno, la nieve, y con ella el éxtasis en las montañas, la apertura de las estaciones de esquí, Candanchú, Astún, las más cercanas a la ciudad de Jaca, en las que se puede practicar todas las modalidades de esquí: alpino, nórdico, snowboard, raquetas de nieve o esquí de travesía. Además, el complemento perfecto a una dura jornada en la nieve es el Pabellón de Hielo de Jaca o el complejo de piscina climatizada, spa y fitness. Se puede asistir también a interesantes partidos de la liga Nacional de Hockey Hielo, , campeonatos de curling, exhibiciones y campeonatos de patinaje artístico u otras pruebas deportivas como el Maratón Blanco, andadas populares, carreras cicloturistas, así como a conferencias, cine, conciertos, teatro y un largo etcétera.

En cuanto a la gastronomía de Jaca, esta se encuentra muy ligada a la cocina tradicional aragonesa, de fuego suave y brasas, de elaboraciones pausadas, a base de productos de temporada, aderezada con las tendencias culinarias más novedosas e innovadoras. En los restaurantes, mayoritariamente ubicados en el Casco Antiguo de la localidad, encontraremos desde los platos más sencillos hasta los más elaborados: migas, ternasco asado, caza, platos derivados de la matacía del cerdo, borrajas, espárragos, sopas de ajo, trucha… Una de las especialidades gastronómicas más exquisita es la  repostería jaquesa, considerada una tradición artesanal: jaqueses, condes, lazos, corazones, patatas de Jaca, coronitas de Santa Orosia… que pueden degustarse en cualquiera de las pastelerías de la ciudad. Y  a la hora del aperitivo, o por la tarde, un alto en el camino para tomar un vino y una tapa en cualquiera de los numerosos bares y tascas de la ciudad que día a día y año tras año ponen todo su empeño en innovar y sorprender al consumidor con nuevos sabores, texturas y formas. Todos los años, en el mes de octubre, se celebra el “Finde tapas”, concurso de tapas en el que más de cincuenta bares y restaurantes ofrecen a un precio muy asequible una muestra de las especialidades preparadas para el evento.

Alguien dijo que existen varios tipos de ciudades: uno, el de las que se particularizan por el rumor de los siglos, del pasado, de la historia; otro, el de aquellas que viven un presente acuciante, violento, urgente y propicio, y, por último, el de las que, sin olvidar la solera del pasado, gozan del presente, de la actualidad. Jaca  ha sabido conjugar los tres tipos y ha logrado hacer de la gloria y pasado su admirable presente y su valor futuro.

 

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